martes, noviembre 01, 2005

Cómo no recordarte hace apenas dos años

Pues no; imposible es, Leonor, que pudiera hacer lo que reza el verso de esta canción -Princesa, como tú- compuesta por un tipo a quien, por cierto, no le caes muy bien. Y con el papi que tienes, francamente, también imposible el verso que precede al anterior "cómo no imaginarte".

No tengo nada en contra tuya, ni de tus papis ni abuelos. Todo lo contrario, sé de primera mano que algunos de los miembros de tu familia son personas encantadoras -bueno, si no has salido muy "borbona", ya te habrás dado cuenta de que no me estoy refiriendo al tipo del traje a rayas que se pasea en monopatín eléctrico por la calle Serrano con sus guardaespaldas haciendo footing detrás-.

Pero "illa", resulta que pasas a estar en la línea sucesoria de nuestra monarquía. Y tengo varios motivos por los que no me gusta la institución a la que -ahora es demasiado tarde, princesa- perteneces. En primer lugar, no tienes la culpa de ser princesa; pero tampoco tienes ningún mérito para serlo: ¿por qué tú sí y cualquiera de los que tenemos las páginas amarillas por nuestro "Who is Who in Spain" no? En segundo lugar: Ok, aceptemos que tu papi se lo curra. Pero a santo de qué una partida de 8,4 millones de euros en el Presupuesto del 2006 para financiar a toda tu familia? Con vuestro patrimonio (¿pagáis impuesto sobre el patrimonio?) deberíais ser autosuficientes, cuando menos. Y, si no, trabajar es una opción a la que nos hemos acostumbrado (y, es jodido pero sobrevivimos) 40 millones de españoles. Que sí... que también trabajan tus tías... ya, pero con un sueldo de La Caixa no se puede pagar una casa en Barcelona con un valor estratosférico. Te lo podemos decir yo y unos cuantos jóvenes más, Leo.

Algunos dirán para justificar tu corona que tu abuelo salvó a la democracia el 23F. Cierto y chapeau; créetelo cuando te lo expliquen en el cole. Eso sí, cuando llegues a ese capítulo, habrás tenido que esconder la cabeza debajo del ala unas cuantas veces viendo los desastres de, sin ir más lejos, tu bisabuelo. Con un poco de visión histórica, ese argumento queda hecho trizas.
Ya sé que no tienes la culpa... que en todas las familias hay ovejas negras... pero hija, ¡c'est la vie!

Te espera una vida de viajes, lujos y sacrificios, cinismo y turrones televisados. No te envidio; de hecho, por el bien de todos, te deseo lo mejor (no seré como los socios de algunos -ejem- clubs de fútbol que cuando quieren que se vaya un entrenador están deseando que su propio equipo pierda; vamos, que no me encasilles en la sección de "imbéciles" de Cipolla -te recomiendo el libro- en Allegro ma non troppo). Si quieres, cuando crezcas, charlamos o incluso nos vamos de tapas; pero, si lo que quieres es apoyo a lo que representas, lo siento mucho, búscate otro perro que te ladre, princesa.

3 comentarios:

jucasel dijo...

No hace falta que te recuerde que la cancion sigue con eso de:

¿Con que ley condenarte
si somos juez y parte
todos de tus andanzas?

Seguiremos sus movidas, les haremos el juego, así que no pidamos que luego no nos pasemos la vida pagándoles las fianzas ...

Y si no, pues un tatarabuelo suyo ya se largo porque el pueblo soberano le dio el pasaporte (italiano, creo). Pero el pueblo esta para solo ver el partido los domingos y decir que echen al mister cuando no le gusta como juega o no van bien en la liga. Del resto, ni preocuparse.

Ahora es demasiado tarde ...

Ernesto Frattarola dijo...

Al menos podemos pedir, en nombre de algún amigo, que no acabe envuelta en una muerte con asalto a farmacia, por si acaso ...

Atticus dijo...

Pozi... más opio para el pueblo. Eso sí, espero que el amigo farmacéutico no se lo suministre a la chiquilla...:-p
Gracias por las colaboraciones!!!
:-)