martes, mayo 09, 2006

¿Quiénes somos?¿De dónde venimos?

¡... y qué frágil el argumento histórico para saber a dónde vamos!
Por cierto: ¿arrancará alguien sus pegatinas de los coches?

El toro bravo es hijo de la inmigración.
El análisis genético de bóvidos prehistóricos permite reconstruir la historia de la cabaña vacuna europea
También el asno tiene origen africano: desciende de animales domesticados entre Egipto y Somalia

JOSEP CORBELLA - 09/05/2006Barcelona El toro bravo no es en realidad de origen español, sino que desciende de reses que llegaron por mar desde África y que se cruzaron con animales procedentes del este de Europa y con bóvidos salvajes, según un equipo internacional de genetistas que ha reconstruido la historia del ganado vacuno europeo. El asno catalán también tiene un origen africano: desciende de asnos domesticados en África, probablemente en algún lugar entre Somalia y Egipto, según han demostrado investigadores del mismo equipo. "La domesticación del ganado a partir de los uros salvajes fue un paso importante en la historia de la humanidad, que llevó a cambios profundos en la dieta, el comportamiento y la estructura socioeconómica de muchas poblaciones", escriben los investigadores en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, que ayer presentó sus resultados. Estudios arqueológicos indican que los bóvidos se domesticaron por lo menos dos veces, una en Oriente Medio y la otra en el valle del Indo, y que la domesticación se inició hace unos 11.000 años. Los escasos datos genéticos disponibles hasta ahora hacían pensar que los rebaños europeos actuales descienden de las reses domesticadas en Oriente Medio, que se extendieron por el continente a lo largo del neolítico. Pero el análisis genético de cinco uros que vivieron hace entre 7.000 y 17.000 años, descubiertos recientemente en Italia, junto al análisis de más de mil reses actuales, demuestra ahora que la historia no fue tan simple. El primer resultado inesperado de la investigación es que "los animales procedentes de Oriente Medio se cruzaron con uros autóctonos", declaró ayer Carles Lalueza, biólogo de la Universitat de Barcelona y coautor del trabajo. "Esto pudo ocurrir porque los pastores cruzaban sus rebaños con uros para hacerlos más resistentes a las condiciones locales, o bien porque los rebaños se encontraban con uros salvajes mientras pastaban". El segundo resultado inesperado es que en las penínsulas del sur de Europa se cruzaron reses procedentes del norte con otras llegadas de África. "Reconstruir la expansión de los animales nos ayuda a reconstruir las migraciones humanas durante el neolítico", explica Lalueza. Los nuevos datos revelan que Europa no sólo registró una expansión de culturas agrícolas del este hacia el oeste, sino también de sur a norte a través del Mediterráneo. Investigadores de nueve países han participado en el proyecto, que tiene como primer autor a Albano Beja-Pereira, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia. En Catalunya han participado, además de Lalueza, los investigadores Jaume Bertranpetit y Lourdes Sampietro, de la Universitat Pompeu Fabra. Beja-Pereira ya había liderado hace dos años una investigación genética que reconstruyó la historia del asno doméstico. Según resultados que se presentaron en la revista Science, los asnos se domesticaron hace unos 5.000 años en el nordeste de África y desde allí se extendieron a otros continentes, donde se criaron variedades autóctonas como el ruc català.

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