lunes, octubre 30, 2006

Aerobús

Una de las escasas formas de llegar mediante transporte público al aeropuerto de Barcelona consiste en coger el Aerobús, un servicio de autobuses que conecta varios puntos importantes de la ciudad con El Prat. Pues bien, lo cogí el pasado viernes y esto es lo que pasó.

Subí en Sants-Estació y, desde ese momento, el autobús empezó a adelantar frenéticamente a cuanto coche se pusiera por delante, saltándose semáforos e, incluso, una parada (no está mal, teniendo en cuenta que sólo tiene cuatro en ese trayecto). Me abstuve de llamar a nadie (aunque suelo aprovechar para hacer llamadas cuando cojo el Aerobús) por miedo a caerme y (entre nosotros) a vomitar. Finalmente, cubrimos los escasos diez kilómetros en un tiempo récord y el bus se detuvo frente a la terminal A (la primera de las tres paradas que normalmente hace en el aeropuerto).

"Bajen todos aquí" gritó el conductor. Todos los pasajeros que bajaban en la terminal A obedecieron la orden sin rechistar.

"¡He dicho que bajen todos aquí!" exclamó enojado el conductor, al ver que el resto seguíamos sentados en nuestros asientos, a lo que respondió uno de los pasajeros: "¡Yo voy a la terminal C!". Ante dicha respuesta, el conductor se levanta corvo y, en un esfuerzo (tenía la cara roja), desde le pasillo nos expone con voz desesperada: "Es que tengo una urgencia...".

Como siempre, todo tiene una explicación más simple de lo que parece... Por cierto, nos bajamos todos; ahora bien, si llegó a tiempo o si tuvieron que dar de baja el autobús esa misma tarde, eso, ya no lo sé.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando la necesidad aprieta...

Mari Carmen dijo...

BON DIA,

Gràcies per la teva felicitació envers el meu blog. Com és l'aroma de les teves paraules?

feliç cap de setmana