¿Interruptus?

Estos días se habla incesante y desgraciadamente de la ruptura del proceso de paz, de si se debe retomar o no,... y me parece una discusión tonta. Tonta porque, salvo que alguien me indique lo contrario, el proceso de paz nunca se ha parado; todos y cada uno de los sucesivos gobiernos han intentado conseguir librar al país del terrorismo, cada uno a su manera, ya fuera por vía negociada, legal o, incluso, delictiva. Por tanto, no tiene mucho sentido hablar de interrupciones, y sí de cambios en estrategia. Estoy convencido de que el actual gobierno y oposición están tan comprometidos con conseguir la paz como el pasado día 29 de diciembre. Así pues, discutir sobre si debe reabrirse el proceso de paz es una memez, ya que nunca se ha cerrado. La precisión en el uso de la lengua es importante, y más en temas tan delicados.

De hecho, la situación actual me recuerda a la de las reuniones de las comunidades de vecinos en las que acaban peleadas las distintas "facciones" de la escalera sin llegarse a ningún acuerdo, postponiéndose la resolución de problemas que requieren actuaciones inmediatas... olvidando que, al fin y al cabo, todos pretenden lo mejor para dicha comunidad, pero cada uno desde su punto de vista. Finalmente, los vecinos que no pudieron acudir a la reunión o delegaron el voto, preguntan a la portera y ésta les da su versión de los hechos, con todo lujo de detalles, pero con una precisión digamos que dudosa. Lástima de vecinos; lástima de portera; lástima de escalera.