Keep the faith

No hace demasiado, comenté en otra entrada la apertura de una convocatoria de viviendas de protección oficial (VPO), por parte del Ajuntament de Barcelona. Se podía optar dentro de dos modalidades diferentes: VPO de alquiler y VPO destinadas a la compraventa.

Si digo que el problema de la vivienda en España es grave y creciente, más de uno hará clic en la crucecita roja de arriba a la derecha y saldría del post, así que voy a tratar de aportar alguna cosilla de mi cosecha.

He dedicado media hora a analizar las listas (provisionales) de candidatos aceptados a entrar en los diversos sorteos (para más información, clicad aquí), y ahí van los resultados. Eso sí, para los no duchos en el tema, dos consideraciones previas: dentro de las modalidad de VPO de alquiler, hay dos especialidades: VPO de alquiler destinados a jóvenes, y VPO destinadas al público (con escasa capacidad adquisitiva), en general. A su vez, dentro de las VPO destinadas a la compraventa, cabe distinguir las de régimen general de las de régimen concertado (siendo la única diferencia, para lo que nos interesa en este post, que las últimas son ligeramente más caras). Pues bien, dicho lo anterior, me he entretenido en calcular la probabilidad media que tiene cada participante de ser agraciado (suponiendo, claro está, la total transparencia en al asignación de las VPO...). Así pues, los 42.153 candidatos a adquirir un piso de régimen general tienen, cada uno, una probabilidad de 0,882% de que les toque; los 36.883 que han pedido uno de precio concertado, un 0,596%. Cabe tener en cuenta que son probabilidades medias, ya que para algunas VPO, los residentes en los barrios donde estén sitas las VPO, tienen prioridad; por tanto, para los no empadronados en Sant Martí , la probabilidad es aun menor a las que he expuesto. En cuanto a los 22.780 jóvenes que han pedido el alquiler de un piso, tienen (están de enhorabuena) un 3,674% de probabilidades de que les toque, mientras que las demás personas que quieran alquilar un VPO, un mero 0,697%.

Visto lo visto, varios apuntes:
1. Viendo el enorme número de personas que se van a quedar sin VPO, dada su experiencia en sorteos, Carmen Sevilla sería la persona adecuada para calmar los ánimos de los frustrados.
2. Tal frustración no será tan elevada como los números de arriba indican: el hecho de que haya muchas más personas interesadas en adquirir VPO que en alquilarlas, y siendo prácticamente idénticas en cuanto a candidatos las listas para VPO de régimen general y de régimen concertado, indican que hay un elevado porcentaje de personas que se han apuntado al régimen de compra más que por una necesidad (independizarse), para intentar hacer, en cierto modo, negocio.
3. Y aquí llegamos al punto crucial: los entes públicos deberían asegurar el derecho a la vivienda, pero no enriquecer de forma aleatoria a ciertos individuos, y a otros no. Y es que es de esperar que aquellas personas que han adquirido en propiedad una VPO, algún día serán más ricas y, no reuniendo ya los inquilinos las características que les perimitieron acceder a dichas viviendas, las VPO no podrán ser reutilizadas como bienes con una finalidad social, sino a engrosar el patrimonio de un individuo. Por tanto, considero que la política idónea por parte del Ajuntament hubiera sido el dedicar el 100% de las VPO a alquiler.

A pesar de todo, a los que os hayáis apuntado, como yo mismo, cruzad los dedos, keep the faith.

PD: Por si acaso, ¿dónde acamparán los Hijos de Don Quijote?:-p